Santos: “En la tradición cristiana se trata de personas destacadas por sus virtudes y son como modelos capaces de mostrar a los demás un camino ejemplar de perfección.” (Wikipedia)

Por supuesto, en este sentido me estoy refiriendo a Jorge Contreras, pero también estoy extrapolándolo al ámbito laico, porque siento que el Pepe Mujica es un modelo capaz de mostrar a los demás “un camino ejemplar de perfección”.

A Jorge Contreras lo conocí bastante cuando era responsable del Seminario Arquidiocesano “Divino Maestro” en la vieja sede de la calle Teniente Morandini de Godoy Cruz, Mendoza.

Yo era Profesor de Latín de los seminaristas y compartí muchos momentos de actividad y charla con Jorge, un tipo sencillo, pero profundo, un cura poco convencional, claro.

En Noticias de Godoy Cruz encontramos una buena síntesis de sus inicios y de su trabajo y ejemplo apostólico (https://www.noticiasd.com/mendoza/godoy-cruz/sociedad-y-seguridad/quien-fue-el-padre-jorge-contreras-y-por-que-fue-tan-importante/):

“Contreras, según cuentan los vecinos de La Gloria, fue parte de los sacerdotes tercermundistas, ese grupo de religiosos católicos que vivían entre los sectores más desafortunados.

El sacerdote llegó en 1991 al barrio La Gloria. Ya era una época en la que violencia dominaba una parte del barrio, pero eso no le importó al sacerdote.

“Contreras nos enseñó la simpleza del trabajo con los chicos, superando estructuras impuestas por la iglesia”, explicó Patricia, quien supo vivir en el barrio La Gloria e incluso fue catequista durante parte de la época en que el cura estuvo a cargo de la parroquia.

“Cuando llegó al barrio La Gloria, Contreras comenzó a buscar jóvenes para poder trabajar con ellos, logró entre otras cosas la construcción de salones para dar catequesis y realizar actividades con los chicos y jóvenes, además ayudó en la instalación de la radio comunitaria Cuyum, donde tenía su propio programa”, recordó Patricia.

Eran otros tiempos. Las misas de navidades estaban colmadas y se hacían dos misas los domingos por la mañana. “Si estabas en catecismo o en confirmación y te veía al final, paraba la misa y te hacía ir adelante. Se aseguraba de que no hablaras y de que le prestaras atención”, recordó Alejandro y añadió: “Nadie se enojaba con él, hasta los más indios representábamos sermones en misa como si fuésemos actores”.

Pero la labor de Contreras no era solamente el barrio, ni tampoco era un sacerdote común. De joven se recibió de profesor de Geografía e Historia y llegó a impartir clases. Fue recién a los 29 años que decidió ingresar a un Seminario en Córdoba para recibirse tres años después.

Antes de llegar a La Gloria tuvo pasos por Guaymallén y Lavalle. En 1991 llegó a La Gloria y no quiso irse más de ahí. Apoyó la puesta en funcionamiento de la radio, pero también la formación de la murga Los Gloriosos Intocables. Todo servía para alejar a chicos de la delincuencia, aunque no fuese religión.”

Siempre desarrolló su sacerdocio desde una clara conciencia social y popular, nunca olvidó su perfil de cura tercermundista.

Saco un párrafo de la revista Sudestada porque es una historia antigua que muchos tal vez no conocerán.

(https://revistasudestada.com.ar/articulo/1070/los-curas-que-creyeron-en-la-revolucion/index.html)

“Pocas veces se dimensiona la importancia que tuvo la Teología de la Liberación y su implementación orgánica a través del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM) -aunque excedió sus fronteras- en las luchas revolucionarias de nuestro país. La corriente renovadora de la Iglesia venía de Europa. En los años sesenta, el Concilio Vaticano II, inaugurado por Juan XXIII y concluido por Pablo VI, sepultó los cimientos de la Iglesia Medieval y le abrió las puertas a una teología de cara al pueblo.”

No tengo intención de desarrollar esta intensa etapa, solo recuerdo el peso que tuvo en aquellos sacerdotes la Encíclica Populorum Progressio, del Papa Paulo VI, (1967), que, profundizando conceptos del Concilio Vaticano II, destacaba la urgencia de cambios.

Hubo caminos diversos en ellos, y varios dejaron los hábitos, pero Jorge siguió su vida sacerdotal, y dejó una impronta única en la vida religiosa de Mendoza, e incluso a nivel nacional. Tanto que, en 2003, fue uno de los veintidós argentinos que recibieron la distinción de Mayores Notables de la Argentina, de la Cámara de Diputados de la Nación, por su labor social.

Para completar el panorama, cito un párrafo más de Noticias de Godoy Cruz:

“Era tal el respeto que todo el mundo le tenía que en 1995 quedó a cargo de la vicaría de la penitenciaría provincial. Cinco años después le tocó ser el mediador durante el motín vendimial de marzo del 2000, el más famoso de los ocurridos en Mendoza. Ni presos, ni gobierno lo desoyeron para que todo terminara en paz.

El 24 de agosto de 2008, con 83 años, el cura falleció. … En La Gloria, el polideportivo lleva su nombre, al igual que la terminal de ómnibus.”

Hace bastante tiempo que nació en mí el sentimiento y la idea de que era un santo, un santo católico.

En realidad, aunque tengo devoción por varios santos (San Expedito, el Santo Cura Brochero, y la más reciente, Santa Mama Antula), no he conocido a ninguno, pero sentí que un santo tenía que ser así, como Jorge.

¿Y el otro santo?

Hace poco escuchaba la nota en que Pepe Mujica, el ex Presidente de Uruguay, al que admiro desde hace mucho, contaba que tenía un tumor en el esófago

El expresidente uruguayo detalló la gravedad del cuadro que afronta. Precisó que una enfermedad autoinmune que padece desde hace más de dos décadas dificulta “el tratamiento de quimioterapia o una cirugía”.

En ese momento volvió a surgir esa idea de él también era un santo, un santo laico, un modelo de vida para seguir.

No es fácil empezar la presentación de una vida tan llena de hechos valiosos y comentables, pero encontré esta entrevista de la que extraje una respuesta del Pepe:

José «Pepe» Mujica (Tupamaro)

https://elhistoriador.com.ar/jose-pepe-mujica-tupamaro/

“A los lectores de la revista que no lo conocen, ¿cómo se presentaría?

Que «Pepe» Mujica es un veterano, un viejo que tiene unos cuantos años de cárcel, de tiros en el lomo, un tipo que se ha equivocado mucho, como su generación, medio terco, porfiado, y que trata hasta donde puede de ser coherente con lo que piensa, todos los días del año y todos los años de la vida. Y que se siente muy feliz, entre otras razones, por contribuir a representar humildemente a quienes no están, y deberían estar. Por ellos, estamos nosotros y están ustedes con la revista, entre tanta gente que no ha arriado las banderas. Yo discrepo con Bertold Brecht porque no hay hombres imprescindibles, sino causas imprescindibles, caminos imprescindibles. La historia es una construcción tremendamente colectiva. Y en eso andamos, cada cual aporta su granito. Quienes no cultivan la memoria, no desafían al poder. Es una herramienta más para construir el futuro, que pese a quien le pese, es nuestro, porque no nos pudieron derrotar.”

Esa historia política, con lo valiosa que es, no alcanza para justificar mi calificación de santidad, pero mi hija me regaló el libro José Mujica Semillas al viento Charlas con Mario Mazzeo y Carlos Martel que me hizo ver la profundidad de su –aparentemente- sencilla vida.

Claro, ¿cómo va a ser sencilla una vida tan profunda?

Es una sencillez sabia. No es común encontrar todo eso –y más todavía- en una sola persona. Lean lo que dijo en relación el tumor que le encontraron:

https://www.pagina12.com.ar/735177-pepe-mujica-comenzo-su-tratamiento-de-radioterapia

“El mensaje de Mujica

“Cuando se conoció la noticia de su enfermedad, Mujica, que ejerció la presidencia de Uruguay entre 2010 y 2015, se mostró optimista y aseguró que “en mi vida, más de una vez anduvo la parca rondando el catre, pero me siguió pastoreando. Esta vez me parece que viene con la guadaña en ristre y veremos lo que pasa”.

“Mientras pueda, seguiré militando y entretenido con las verduras. Mientras el rollo aguante, voy a seguir”, agregó.

“Todo lo que nace, nace para morirse y yo he tenido una suerte”, manifestó cuando la prensa uruguaya le preguntó si tenía miedo.

Además, dejó un mensaje para las juventudes: “A las pibas y pibes de este país, a los jóvenes: la vida es hermosa y se gasta, se va. Y el quid de la cuestión es que triunfar en la vida es volver a empezar cada vez que uno cae”.

“La vida es tan hermosa, no tiene sentido que la sacrifiquen por estupideces, sencillamente. Por lo demás, estoy agradecido y, al fin y al cabo, que me quiten lo bailado”, cerró.”

Al mismo tiempo, ostenta una gran capacidad de análisis de la vida política de Uruguay y del mundo.

Esto lo extraje del libro José Mujica Semillas al viento Charlas con Mario Mazzeo y Carlos Martel, p. 64:

“El cambio cultural hay que ir construyéndolo. Lo que yo veo, hasta donde puedo ver, es que si se llega al gobierno hay que administrar el capitalismo, hay que hacer que la economía capitalista funcione, porque se necesitan recursos.

Tenemos que tener la inteligencia (golpea la mesa con los nudillos para remarcarlo) de funcionar con el capitalismo y al lado ir creando socialismo y formando gente. Sí, esto es esencial, porque tenés que sustituir la gerenciación de una clase con otra. Por eso hace rato que vengo insistiendo con ser socio de la actividad privada, porque necesitás recursos, sobre todo para el mundo que va a venir.

…

Muchos años después me pasó algo parecido con Chávez. Me llevó a una siderúrgica que habían nacionalizado, unos galpones enormes, volaban chispas para todos lados. Yo lo miro y le digo: “¿vos estás seguro de que esto va a caminar?”. Porque parte del poder de la burguesía es la gestión, que es un oficio, requiere experiencia. Y cuando llegamos los socialistas y el burgués se las toma, podemos poner en su lugar un buen revolucionario, pero eso no quiere decir que la producción vaya a caminar. Hay que pensar en las complejidades de la economía y evitar el voluntarismo, para evitar el fracaso y lo que viene después, socialmente. Porque el pueblo no es socialista, no tiene por qué entender, y chocamos con eso, nos estrellamos. Los comunistas chinos, cuando llegaron al poder en 1949, nacionalizaron la textil más grande que había y convencieron al dueño de que aceptara el lugar de gerente. El mismo emperador, desocupado por la república y luego por la revolución, terminó como encargado de los jardines de Pekín, …”

Está claro que no cae en fundamentalismos ideológicos, y que cuenta con una sensatez política no tan habitual, a mi parecer.

Como desarrollar las muchas y profundas intervenciones de Pepe, haría la entrada demasiado larga para su formato, he elegido algunos párrafos más del libro citado, para completar la nota. (Pág. 74 y ss.)

El siguiente es un excelente análisis, realista, y necesario, del mundo de hoy y sus posibilidades:

“Usted sabe lo que es la libertad. Ha estado en la cárcel

-Sí, he estado en la cárcel. Pero no pudieron encarcelar las palomas de mi cabeza. Y cuando las rejas se abrieron seguí porfiando por lo mismo. La capacidad de soñar es infinita. Y la vida es finita. Pero estamos en un mundo donde parece que acumular riqueza es infinito, he ahí la cuestión.

Ahora está volviendo también un mundo donde hay problemas globales, que requieren soluciones globales. ¿Hay esperanza en este mundo?

-La única esperanza que tengo es biológica, no es consciente. Las tripas son siempre optimistas. Pero desde el punto de vista del pensamiento uno se encuentra con los caminos muy cerrados, de alguna forma hemos desatado una civilización cuyo epicentro es el mercado, y el éxito del mercado. Es la nueva religión de esta época, somos muchos, y el planeta se achica, y necesita tomar decisiones globales, pero eso enfrenta muchísimos intereses. Hay una crisis de la política, porque necesitaríamos una política mundial que no podemos ejercer. ( … ) Los gobiernos nacionales tienen su preocupación inmediata, que es quién gana las próximas elecciones, y tienen que moverse dentro de determinados poderes económicos. Entonces, el poder de los gobiernos es relativo. ( … ) El sapiens generó una civilización de carácter mundial y ahora no sabe cómo la va a llevar adelante. Porque esta civilización no tiene dirección política, tiene la dirección de los intereses de mercado.”

No parece que el neocapitalismo que impulsan las corporaciones, con la vanidad fatua del dinero, esté dispuesto a avanzar en estrategias distintas para revertir esta situación que está llevando (tal vez irreversiblemente) al mundo al colapso social y ecológico.

Lo claro es que la vida del planeta está en juego, y no a un plazo muy largo.

Para el final, conceptos básicos. Y aquí su vida se hace ejemplar, por eso, reafirmo mi idea:

ES UN SANTO LAICO

¿Qué le diría a un joven que ve el devenir del planeta?

– Los jóvenes no creen en nada, y la culpa es de quienes hemos llegado a ciertos límites que no podemos transgredir. Yo tengo 86 años, me queda poco rollo, pero tú, que eres joven, tal vez cuando tengas mi edad podrás gozar las tristes mieles de un eventual holocausto ecológico global. Corremos el riesgo de que el éxito cuantioso y formidable de nuestra civilización nos sepulte. Porque un señor que hizo mucha plata se gasta una fortuna para mirar el planeta cuatro minutos desde allá arriba, y diríamos, con cierta ironía, que está gozando de su libertad. No hay crisis ecológica, hay crisis política.

Existe la sensación de que no hay nada que seduzca a los jóvenes.

-Sí. El ser joven significa enamorarse, y nadie se puede enamorar de cosas tan viejas, de tanto cansancio. Los jóvenes no gobiernan el mundo, en todo caso cuando lo gobiernan ya no son jóvenes. Ellos padecen el mundo. Se van poniendo racionales, dejan la edad de las ilusiones, de los sueños, se ponen pragmáticos, se ponen realistas, y pierden la capacidad de volar, se transforman en gallinas.

Sin muchos/as jóvenes como estos/as, que vuelen y sueñen, que se animen a poner todo en riesgo por un mundo mejor.

Me acordé del discurso de Alfonsín, y el vuelo de los jóvenes debería buscar lo siguiente:

“con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.

ESAS SON MIS ORACIONES, OJALÁ SE CONCRETEN.